La elección de un colchón no debe tomarse a la ligera. Si realmente quieres descansar y cuidar la salud de tu espalda, puedes fijarte no sólo en el precio, sino también en que sus características se adapten a tu morfología y a tu forma de dormir.
Pero antes, recuerda las reglas que siempre debes tener en cuenta:
- Si duerme de lado, evite los colchones más duros.
- Si no eres precisamente delgado, no utilices un colchón blando.
- Si eres frío como yo, necesitas un colchón de espuma.
- Si tienes calor, los colchones de muelles son mucho más frescos.
- Si eres alérgico, tu mejor opción es el látex.
- Seguramente ya te habrás dado cuenta de que los factores más importantes a la hora de elegir tu colchón se reducen a dos puntos: el material y la firmeza.
MATERIAL
Las propiedades de cada material (o la combinación de varios) determinan si el colchón es más adecuado para una cama doble o individual, y también si da la sensación de estar arropado o, por el contrario, no envuelve el cuerpo.
El látex, por ejemplo, destaca por su flexibilidad y es ideal para las camas articuladas. También es el único material en el que los ácaros del polvo no pueden instalarse, por lo que es la mejor opción si se sufre de asma o de alergia al polvo.
Los colchones de muelles ensacados tienen una buena independencia de lechos y facilitan la circulación del aire, por lo que son una excelente opción para las camas gemelas y las personas calurosas.
FIRMEZA
Dependiendo de su posición para dormir y de su peso, puede necesitar más o menos apoyo. También serà importante elegir una buena almohada para su descanso
Por ejemplo, si normalmente duerme de espaldas o tiene mucho peso, debe elegir un colchón más firme, mientras que las personas delgadas apreciarán un nivel de firmeza bajo o medio que les proporcione un buen apoyo sin resultar incómodo.
